SECCION II
UNA PRIMERA INTERPRETACIÓN DE LA BASE DE DATOS
DESINVENTAR
14. BREVE ANÁLISIS DE LAS AFECTACIONES
POR ENSO
14.3 Afectaciones al ambiente social
Según el reporte de la DNDC, el 60% de la población se vio de alguna manera afectada, en particular
en la zona rural, con menor capacidad de respuesta y mayor grado de vulnerabilidad debido a la pobreza, falta de
desarrollo, marginalidad, etc. El Niño afecta prácticamente a toda la población que se ve
impedida o por lo menos limitada de realizar sus tareas productivas o cotidianas.
Los aproximadamente 10.000 ciudadanos de la ciudad de Bahía de Caráquez, sufrieron aislamiento, escasez
de víveres y agua para beber, estuvieron imposibilitados de recibir turistas, etc. Los 200.000 habitantes
de Portoviejo sufrieron un largo período de desabastecimiento por rotura de su acueducto principal y debieron
soportar el efecto molesto del lodo en las calles por casi un largo y angustiante año. Los aproximadamente
15.000 pobladores de la ciudad de Chone debieron soportar casi un centenar de inundaciones que a más de
destruir sus viviendas y pertenencias prácticamente acabaron con la actividad comercial y productiva de
la ciudad.
La falta de trabajo, la frustración, la sensación de abandono, van minando la fortaleza y la capacidad
de resistencia de la colectividad a lo largo de los meses que dura un fenómeno tan fuerte como el que ocurrió.
Hasta que ello desemboca, si no hay respectivas estructuras gubernamentales, comunitarias y de solidaridad social,
en desmanes, paros, abusos, desorden social que aumentan las penurias de la mayoría silenciosa e impotente.
Se puede decir que en las zonas de mayor afectación, no queda prácticamente ningún aspecto
de la vida individual y colectiva que no se vea alterada con un evento como un mega EN.
Migración
EN arrasó la subsistencia y las viviendas de miles de habitantes. Muchos tuvieron que migrar temporalmente
por efecto de las inundaciones y otros migraron definitivamente buscando trabajo en las ciudades o incluso en otras
regiones como los que se desplazaron a trabajar en la sierra principalmente en los cultivos de flores. Existieron
varias familias que se negaban a abandonar los albergues, esperando que el gobierno les provea de vivienda o un
espacio definitivo donde vivir.
La delincuencia se estima creció un 40%. La prostitución según la DNDC, 1998, creció
en ciudades como Portoviejo, Machala, Manta, Santo Domingo. La marginalidad en ciudades creció y se incrementó
la brecha entre la población urbana y rural.
Invasiones
Manta, Montecristi y Portoviejo 800 familias invadieron terrenos del IESS. En Jipijapa y Manta se invadieron casas
del BEV. En Esmeraldas 30 familias se tomaron un Plan de Vivienda.
Inquietud social
Durante ese período hubieron constantes tomas de gobernaciones, paros, marchas de damnificados, etc, quejándose
por la falta de ayuda gubernamental. Creció el clima de mendicidad. Afectados y damnificados se agruparon
en frentes de defensa. En Esmeraldas se crearon 7 comités de damnificados, favorecidos por dirigentes políticos
populistas. Incluso de llegaban a asaltar camiones o a solicitar dinero por permitir el paso de los vehículos
con pretexto de la necesidad, por lo que hubo que militarizar ciertas vías.