SECCION II
UNA PRIMERA INTERPRETACIÓN DE LA BASE DE DATOS
DESINVENTAR
16. PROPUESTAS - A MANERA DE RECOMENDACIONES
La comunidad debe estar preparada cada año para manejar los riesgos asociados al clima. Manejar el riesgo
ENSO como algo esporádico o eventual cada 4-5, 10 o 15 años hace perder la posibilidad de aprender
y cada vez hay que partir otra vez de cero.
Un modelo de manejo puede ser el del RIESGO SISMICO. Como si este pudiera ocurrir en cualquier momento (del período
de lluvia). Cada invierno normal sería un “tremor” que advierte de la posibilidad de un mega Niño
(terremoto). La ventaja sería que se puede predecir cada vez con mayor precisión y anticipación
las características del evento esperado. Además se debe manejarlo en todo su ciclo o su variabilidad
(Niño-Niña-normal, Frío caliente-normal, inundación –sequía, etc.).
Ello quiere decir que se debe hacer énfasis en “Diseños anti Niño” o elaborar un código
de construcción considerando la posibilidad de ocurrencia de un evento Niño, aunque no sea extremo.
Se deben establecer programas de educación para preparación de la población ante eventos,
realizar simulacros, zonificaciones de riesgo ENSO, etc.
El manejo del riesgo no es un problema de crear organismos de manera emergente a última hora sino fortalecer
la institucionalidad para el manejo del mismo, basado en los municipios, consejos provinciales y otras instancias
estatales, privadas y comunitarias.
Tampoco es recomendable una feria de proyectos inútiles de última hora sino acometer soluciones de
mediano plazo como lo demostró de manera fehaciente el ejemplo exitoso de Babahoyo.
Debemos volver al concepto original de donde surgió EN: Un fenómeno normal, recurrente, variable
ante el cual debemos estar preparados.