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Informe aņo 1

Perú

Análisis descriptivo-comparativo:
Fenómenos ENSO 1972-1973, 1982-1983 y 1997-1998

DesInventar ENSO Perú

Vemos es este cuadro que la tendencia general, aquella que concentra la mayoría de eventos en los primeros mesas de año, se mantiene. En este periodo, los meses de enero, febrero y marzo son los preponderantes, seguido por una gran disminución en abril y disminuyendo aun más en mayo; luego este nivel se conserva en lo que resta del año. El mes de septiembre, en donde se producen cambios climáticos en la sierra, aparece con propio derecho en este cuadro. Valdría la pena, sin embargo, un cuadro semántico para estos eventos de septiembre.



Para el periodo 1982-1983, tenemos el siguiente cuadro.



En este periodo vemos que la gran cantidad de eventos ahora se distribuye en los 5 primeros meses del año, desde enero hasta abril, luego disminuye en mayo y junio. Sin embargo, mayo y junio mantienen una dimensión significativa de registros, que hace del Niño 1982-1983 el más largo de los registrados en la historia escrita del país.

Octubre, noviembre y diciembre son meses un número importante de registros (ver Cuadro de Patrones Semánticos Mes a Mes). Vemos que este periodo Niño se prolonga a lo largo de todo el año; se comprueba una gran cantidad de eventos prácticamente en la mitad del año. En la otra mitad se registra una clara tendencia ascendente que se define en los primeros meses del siguiente año.


Presentamos a continuación la distribución mensual de registros para los años 1994 y 1997-98, en ese orden.



Para el año 1994 tenemos el cuadro superior, cuya peculiaridad más saltante tiene que ver con la "irrelevancia" del mes de diciembre, lo cual refuerza la constatación de que no se trata de un periodo Niño significativo.

Para el siguiente periodo Niño, 1997-1998, tenemos el siguiente cuadro.

En este cuadro vemos un incremento notable en el número de eventos con relación al año 1994, pero no en relación a otros periodos ENSO.

Notamos además el incremento de eventos en el último mes del año, lo que nos indicaría que en este periodo los efectos del Niño adelantaron en cierta medida la estación lluviosa (aunque no cabe descartar del todo que se manifestaran con un mes de anticipación independientemente del Niño) que, de hecho, comienza en diciembre en la costa y no así en la sierra, donde existe una mayor incertidumbre (complejidad) en este sentido.

Como explicamos en la metodología, hemos dividido nuestro país en 7 regiones. Pasamos a ver cómo es que se distribuyen los eventos en cada una de las regiones para los periodos Niño y para el año "anómalo" 1994.


En este cuadro vemos que la región con mayor cantidad de registros es la costa, la costa central principalmente, debido a la presencia de Lima, seguida por la costa norte y la costa sur.

La sierra también comprende una gran cantidad de registros, destacándose la central y la sur, y por último tenemos la amazonía.

Al analizar los años, vemos que, tratándose de la totalidad de eventos y de meses del año, el periodo 1972-1973 es el que mayor cantidad de registros acumula (2,060 registros), seguido por el periodo 1997-1998 (1,742 registros) y, en tercer lugar, el periodo Niño 1982-1983 (1,890 registros).

Sin embargo, hacemos la salvedad que un menor número de registros no significa que haya menos daños, pues se sabe que en el periodo Niño 1982-1983 se produjeron gran cantidad de daños y pérdidas, así como en el periodo 1997-98. Ello nos conduce a un análisis de fuentes, por un lado, a un análisis por meses Niño y a un registro y análisis distinto que considere las sequías de 1982-1983. Llama la atención que para el periodo 1972-73, asociado a un niño moderado, se tenga tales resultados. Tendría que ver con el esfuerzo de vaciado de información, que en un primer momento contemplaba la utilización de múltiples fuentes, posibilidad que fue restringiéndose por cuestiones operativas.

Pasamos a "cruzar" la regionalización que hemos hecho con los eventos caracterizables ENSO, para la totalidad de años Niño ya consignados.

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